Sueño entre su vientre y su escote

Y entonces crucé la sala para sentarme y leer un poco más de Coleridge, y estaba ella ahí sentada: piernas cruzadas y pelo cubriendo un poco su escote. Su vientre blanco estaba lleno de alguna esencia que redundaba en la atmósfera, y era liso y con la prefección producto de su naturaleza.

Mi mente deliraba entre la ¨La Rima del Viejo Marinero¨ y su escote desbordando una parte de sus hermosos pechos. No recibía miradas, mas que las que fantaseaba en mi cabeza. Imaginaciones sin extremos de mi boca en sus pechos, de su sudor en mi lengua, de mi boca entre sus piernas. Caricias, del regalo de sus gritos pasivos a mis oídos, de su pelo entre mis dedos y el sueño de su pezón erecto[cada uno].

Y entonces se paró! Ella. Y vino caminando hasta mí y yo casi gemía y luchaba con mantener mis labios juntos sintiendo ómo crecían hasta las arterias dentro de mi. Y puso su mano en mi rostro mientras yo seguía luchando por mantenerme aquietado. No sabía si besar su mano, dejar de mirar su escote o tocarle su piel tan blanca.; pero fue en ese momento que toqué sus dedos con mi lengua y cerré los ojos para soñar.

Se apartó y dejó en mí su perfume, el recuerdo de su escote, su vientre níveo y el adiós de su caminar.